martes, 1 de diciembre de 2009

La sonrisa

LA SONRISA
M. Carmen Rodríguez Molero




Camina cogida de la mano, siempre dos pasos atrás, escondida tras la figura de su madre. No le gusta que los desconocidos le sonrían. Hoy Patricia no se esconde, camina a la par que Raúl, no le importa la mirada de las personas que se cruzan con ella. Hoy le sonríe él.

-Mami, ¿puedo ir con Raúl al cine? – preguntó ayer Patricia a su madre.

-No hija, cuando quieras ir al cine, yo te llevo – le contestó.

-Mami, por qué no puedo ir con Raúl, él tiene los ojos rasgados y negros, igual que yo.

-Nenita ya te he dicho que cuando quieras ir al cine, yo te acompaño.

Patricia no comprende por qué su hermana, que tiene los ojos redondos, puede ir al cine con chicos de ojos redondos, y ella no puede ir con Raúl, cuando era pequeña podía entenderlo, pero ahora tiene dieciocho años. Se va a la cama enfadada, no le da un beso a su madre. Por la mañana, no quiere compartir con ella sus palabras, su padre nunca está. Mete en su mochila una caja de galletas de chocolate, es lo único que necesita, y su hucha.

-Anda, Patri, un besito a mamá – suplica su mamá ante la puerta del colegio.

Sabe que su madre se pone muy pesada con eso de los besos, así, para que se marche pronto, la besa y entra ansiosa en clase. Se sienta al lado de Raúl.

-Nos vamos a escapar, cuando salgamos al patio, nos escondemos y salimos por la puerta de la cocina – susurra al oído de Raúl que no aparta la oreja porque le gusta la caricia del aliento de Patricia.

Raúl le enseña el súper héroe que le han regalado sus abuelos al cumplir los dieciséis años.

Todo acontece según lo ha planeado. Cogidos de la mano, caminando veloces y a la par, llegan a la parada de autobús, suben. Patricia deja su hucha frente a la conductora que al ver el objeto se interesa por la pareja pero no sonríe. Coge tu hucha, hoy invito yo, les dice. No le gusta que la lleven gratis pero necesita su hucha para pagar las entradas del cine, la coge y se sientan al final. Ella recuerda que en la parada donde se bajan todos está el cine.

-¿Dónde vamos? – pregunta Raúl.

-Al cine.

Se bajan. Hoy no le sonríen cuando la ven pasar. Las luces de neón anuncian la película: “La Bella y la Bestia”. Una pequeña fila y de nuevo la hucha en la taquilla y de nuevo una señora que le dice: hoy invito yo. Nadie le sonríe al pasar. En la tercera fila, cogidos de la mano, ven la película mientras comen galletas de chocolate. Patricia en un descuido ha acariciado el pelo de Raúl, él le ha acariciado la mejilla. En la última escena, el protagonista le sonríe; es el final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario